2 de febrero:
Cada día, déjate ir en la meditación. Sé libre para dejar ir todos tus pensamientos. Obsérvalos solamente y déjalos ir. Son sólo veinte minutos de libertad. Después, puedes volverte a preocupar por todas esas cosas que tanto te inquietan.
La mayor parte de las personas no consiguen respuestas porque no se calman lo suficiente para que la respuesta llegue. Cada uno de nosotros es responsable de esto. Si yo no obtengo respuesta a un problema, soy yo, o algo en mi interior, quien la bloquea e impide que la tenga.
Durante el estado de vigilia, la meditación nos hace mirarnos al espejo sin tapujos y ver las faltas de nuestra vida. No sólo nos hace ver nuestras faltas, sino que la meditación también nos da fuerza para superarlas.
La psicología moderna trata de investigar y encontrar causas; nosotros no. ¿Por qué analizar las causas? Hay una forma a través de la cual traemos esas energías que limpian la suciedad.
Si abres la puerta de tu corazón, a través de ti se filtrará más amor. Es como cuando conduces un coche: cuanto más aprietas el acelerador, más se abren los conductos del carburador y más gasolina pasa, haciendo que el coche vaya más rápido. Pero si el carburador está sucio y los conductos están atascados, da igual lo que aprietes el acelerador porque la gasolina no podrá fluir y el coche no correrá con suavidad. Para hacer que nuestras vidas anden con suavidad, como el coche, tenemos que limpiar el carburador a través de las prácticas espirituales y las técnicas de meditación.
Libre de pensamientos dejándolos ir
Cuando meditamos, nos sentamos a mirar lo que ocurre, escuchamos desde el silencio el movimiento de la mente, dejamos que los pensamientos fluyan, uno tras otro, como si estuviésemos sentados ante una pantalla de cine. No podemos cambiar el argumento, simplemente observamos que echan hoy en el cine del fluir de nuestros pensamientos conscientes.
Así tratamos a los pensamientos, los dejamos fluir en su forma natural, simplemente les observamos, desde la quietud que existe en la parte de la mente que observa.
Quizás te parezca que piensas, pero eso es porque piensas que piensas, sin embargo los pensamientos fluyen por si mismos. Mientras más creativos, más por si mismos fluyen. Y así, los dejamos fluir, como un rio, como el rio de la consciencia que fluye ante la mirada de esa parte de la mente que; confiada, en paz y quieta, observa el fluir del rio de los pensamientos conscientes. Sin intervenir en ellos, sin reaccionar ante ellos. Permitiéndote la libertad de dejarlos pasar. Libre de descartar pensamientos, de no creer que si no los atrapas, dejaras de existir. Porque existir, vas a existir igual y esto es solo tu meditación.
Tu puedes poner tu petición, puedes hacer tu petición, sin entrar en quien es el que hace la petición, pero pides algo, pides una respuesta al corazón y esperas. Escuchas en silencio y atentamente, sin hacer nada, y dejas que la respuesta surja. Si escuchas atentamente veras lo viva que esta la vida y lo muerto que andabas tu. La pregunta es ¿Que hacer para que mi atención esté aquí? Donde las respuestas surgen por si mismas, donde el hacedor es Él.
Si no eres capaz de escuchar el ritmo de la vida, algo lo está bloqueando en tu interior, el camino que seguimos para deshacernos de ese bloqueo, o ruido mental, es recurrir al silencio sin entrar en el análisis del ruido. ¿Por que analizar la suciedad? Es más efectivo meter la ropa en la lavadora. El silencio te enseñará que el movimiento sigue sus propias leyes, las leyes que rigen el movimiento. Desde el silencio el movimiento simplemente es armónico con las leyes de la naturaleza. Esta es la principal fuerza que te da la meditación para que te puedas mirar honesta y limpiamente al espejo y sepas ver, sin asustarte, todas las pequeñeces a lo que llamabas vida.
La meditación te pone en contacto con esa energía en la que te puedes dejar ser y confiar en este mismo instante que estás viviendo y donde tu posibilidad esta tomando lugar. Hoy, antes de tu meditación esta noche.. que la mañana ya la dedicaste a desear por el otro.. lee los pensamientos que para hoy propone Respuestas al corazón en la página 320 y contémplalos.
Luego al sentarte a meditar, deja que la mente fluya y obsérvala actuar, observa al pequeño yo actuar, pensar, y déjalo ser, déjalo ir, descártalo y sumérgete en tu posibilidad en este mismo instante en el que estas meditando.
Confía.., con fe; en Dios, en ti mismo, en la vida, que más da. Con Fe, con mayúscula. Esto no es creencia, sino experiencia, Fe en la vida, aquí y ahora, que es donde la estas manifestando y re-creando. Fe en el buen fluir de las leyes naturales, que te hacen posible si lo quieres ver desde un punto de vista más abstracto, pero Fe. Eso solo viene del corazón. Por eso las respuestas son, en realidad, desde el corazón y luego la mente las aprecia con sus particulares instrumentos perceptivos.