20 de marzo:
Llegamos aquí al final que es un nuevo principio, pues al hacerte uno con el manifestador te haces uno con su naturaleza, y la naturaleza del manifestador es manifestarse.
¿Qué es lo que has conocido, qué es lo que conoces y qué es lo que debe ser conocido? Una cosa: yo soy divino, incondicionalmente divino. Y si soy incondicionalmente divino, ¿por qué necesito sufrir el dolor y las punzadas de todos los problemas de los ensayos, de la dirección del director, de la producción del productor, de la actuación del actor? Todo está ahí, en esas tres palabras: ¡YO SOY DIVINO!
¡Oh, dioses vivientes en la tierra, por qué estar oscurecidos por esas penas a través de las cuales toda la temática de tu vida está hecha de sufrimientos! Aun así, ese mismo tema, esa tragedia o comedia, es la base que forma el teatro. Tan simple es, tan condenadamente simple. Tú estás involucrado en la tragedia o comedia de la vida olvidándote del principio fundamental de la vida: que yo soy divino. Estás involucrado en la comedia identificándote a ti mismo con aquello que estás haciendo. Te estás identificando como director con la dirección, como actor con la actuación, como productor con la producción. Y no eres nada de esto.
¿Por qué la identificación? Esto es debido a que estás añadiendo importancia al rol que estás representando pero no a lo que eres en realidad. Ahí esta el secreto del gozo. De otra manera, te estás identificando a ti mismo todo el tiempo. ¿Y qué es lo que significa esta identificación?: «Yo». Eso es lo que significa. La identificación significa «Yo». ¿Quién es el «Yo» con el que te estás identificando?
Te identificas a ti mismo con el rol que estás representando y no con tu verdadero Ser. Realiza el Ser Real. Yo soy Yo. Yo soy Existencia. Nada más existe; sólo el Yo Real existe.
Date cuenta que el rol que se representa no es importante, es de un momento de duración. Hacemos montañas de granos de arena, creamos problemas porque tenemos miedo al «Yo», al ego.
No te identifiques con ese «Yo», el «Yo» del ego. No te identifiques, pero desafíate a ser tú mismo, tu verdadero Ser, tu Ser divino, cada momento del día: porque tú eres Eso. Tú eres Eso: ¡Tat Tuam Asi! Brahmasmi. Yo soy Eso. Tú eres Eso. Todo es Eso. Todo es divino. Todo es divino.
El final es el comienzo
Hoy es el fin del invierno y el comienzo de la primavera. El fin de la muerte y el comienzo de la vida.Hoy es el final de una etapa y el comienzo de otra. Celebramos así y revisamos hoy el lugar de donde venimos, el lugar a donde vamos y el lugar en donde estamos. Como vamos a el lugar que está aquí y ahora, donde estamos, somos libres de expresarnos en toda plenitud. El final que es el comienzo de un eterno aqui y ahora donde eres, donde te expresas, más alla de tus memorias y de tus proyecciones al futuro. Donde vives, donde haces, donde amas, donde ries, donde lloras. Aquí y ahora. El hogar que en realidad nunca dejaste, solamente no te dabas cuenta de que ya estabas aquí
Dicen que la primavera la sangre altera. Es el temblor de la vida, como ese temblor que han descubierto los científicos una mil millonésima de segundo después del Big Bang, un temblor que han captado los científicos últimamente que hizo posible un universo como el que conocemos.
Lee hoy las ultimas ideas del año astrológico en el último día del libro Respuestas al corazón.
Mañana empieza un nuevo año, nueva vida que nace, la primavera y sus temblores primaverales son la vida que tienes para crecer para expandirte, para expresar tu totalidad. Mañana es un nuevo día. Mañana es un nuevo año.