6 de diciembre:
La unidad puede ser encontrada, sí, pero… ¿es la unidad la totalidad?
En la relación de amor entre dos personas, la experiencia de la cualidad del Uno, de la Unicidad, es para la mayor parte de las personas sólo un destello, un vislumbre. Sin embargo, ese vislumbre puede ser tan revitalizador que haga que la vida de esas dos personas sea aún más compatible, de tal manera que en sus vidas aparece una mayor comprensión mutua. Al no encontrar fallos en el otro, la fricción desaparece. Cuando la fricción desaparece, no quedan problemas entre los que se aman. Pero esto aún no es la totalidad. Aún queda un largo camino por recorrer.
Escucha la voz interior de tu corazón. Escucha al corazón de tu compañero de viaje por la vida: ¿Cómo te lo puedo decir? ¿Cómo puedo explicarte mi amor? Camina conmigo, mi amor, y andando conmigo el camino de la vida quizá comprendas el significado de mi amor por ti. Si no caminamos juntos, ¿cómo podremos comprendernos? El amor es sólo una esperanza al comienzo, pero al andar el camino juntos encontraremos la culminación de lo que el Amor realmente significa. La carretera puede ser corta o larga, pero andando cogidos de la mano encontraremos el objetivo.
Cuando piensas en un cierto objeto en esos términos amorosos, con un sentimiento profundo —con profundidad de sentimiento; no superficialmente, sino con verdadera profundidad—, entonces el objeto al que este amor es mostrado siempre responde. Así operan siempre las leyes naturales. Y esto es parte de la naturaleza y está propulsado por leyes naturales.
Amor humano
Hoy empieza el puente de la constitución. Un alto en el camino que hacemos en España poco antes de la navidad. El momento en el que todos los años nos reunimos los profesores de meditación de la Sociedad Española de Meditación para celebrar el pronto nacimiento de la Luz en el solsticio de Invierno, para prepararnos para un nuevo ciclo que comienza con el invierno, que comienza en el momento en el que el sol empieza a regalarnos más de su Luz cada día, devolviendo la vida a todo lo que ha muerto este Otoño que acaba.
En diciembre celebramos el nacimiento de la encarnación del Amor. La humanidad lleva haciéndolo siglos, lo hacemos durante estos tiempos del final del Otoño principio del invierno y las diversas tradiciones lo llaman de distinta manera. Diwali en la India, Hanukkah los judíos, Navidad, etc.
En los momentos de mayor oscuridad anhelamos y celebramos la promesa del nuevo nacimiento de la Luz. Bella tradición que nos habla de lo que ocurre cada día y también cada era, de la encarnación del Amor. El nacimiento de Cristo, Krishna, Budha… Nosotros el día 12 celebramos el nacimiento de Gururaj Ananda Yogi, el maestro espiritual, poeta y filosofo hindú que inspira nuestra escuela de meditación y en cuyas enseñanzas esta basado nuestro método de meditación y yoga personalizado.
Tenemos que relacionarnos con el Amor encarnado. Con Cristo, Budha, Krishna, pero la mejor manera de hacer esto, el mejor y más actual símbolo que disponemos en nuestra existencia para relacionarnos con una representación del Amor encarnado, es otro ser humano como tú. Hay tienes al Cristo vivo que andas buscando. Dale la mano y camina con él estos días. No hay experiencia más bella, ni entrega más profunda a la vida, que la entrega a otro ser humano.
Lee los pensamientos que para hoy trae Respuestas al corazón en la página 262 que completan esto que te escribo hoy. Y si no tienes ese otro ser humano al que te puedes entregar en complitud a tu lado estos días, no te preocupes, porque si sigues estas enseñanzas y prácticas día a día, dentro de un año estaremos por estos lares de nuevo y te prometo que tu tendrás a ese ser humano a tu lado y lo reconocerás como la encarnación del Amor, y volveremos a celebrar que pronto su Luz volverá a crecer en nuestra vida el próximo puente de la constitución. Así es el ritmo de la vida.
En el mientras tanto, acuérdate que todos los seres humanos son Cristo encarnado que es lo mismo que decir que son la encarnación del Amor, como no podría ser de otra manera, aprende a amarles y tolerarles como te amas y te toleras a ti mismo cuando estas en la paz de tu propia intimidad.