¿Cómo ser felices en un Mundo infeliz?. En un Mundo de continuos conflictos y peleas, en el que no nos sentimos acogidos, sino amenazados.
Decimos que el Mundo es un “sueño”, pero ese sueño nos da “candela” todos los días. Es la negatividad del sistema de pensamiento del ego la que nos dice continuamente que “el amor de Dios es una ilusión”. Que el único “amor” real que vamos a encontrar es identificarnos con el ego: “Yo sólo confío en mí mismo”. “Yo me identifico con mi personalidad (ego)”. Y así, mi voluntad (la voluntad del ego) en este Mundo es maximizar el placer, minimizar el dolor y siempre hacerlo a expensas de otro.
Además, el principio básico de la existencia del ego es: “o, uno u otro”. O nos quedamos con el mundo integrado de la consciencia de la unidad de Dios, o, por el contrario, nos quedamos con la propuesta del ego, que es la separación de la Divinidad y la exclusión del otro, es el “todo para mí”. Y, no podemos tener ambos mundos a la vez. O la separación de Dios es verdad, o el perfecto mundo de unidad es verdad.

Y como todos creemos que existimos como seres o entidades separados y diferenciados, entonces estamos diciendo con cada aliento que tomamos, en cada acción, en cada momento, en cada mañana cuando nos despertamos y decimos y sentimos nuestra presencia, cuando tropezamos en el baño y nos miramos en el espejo y vemos a alguien que pensamos que somos nosotros mismos, nos guste o no lo que vemos, realmente reconocemos a una persona como nosotros mismos en ese momento. En ese momento, estamos diciendo que el ego tiene razón, que el ego es real, que el ego es verdad y que la ilusión falsa es Dios.
La clave para ser felices en un mundo infeliz es sentir en nuestra vida un propósito diferente para nuestro estar aquí, diferente del que el ego nos ha dicho. La clave está en negar esa negatividad del ego. Y no cederle al ego el mando de nuestra vida. Decirnos: “¡Aquí mando yo!” y dar el mando de nuestra vida a la Gracia Divina. Quien ya reside en nuestro interior, y que no es otra cosa que nosotros mismos. ”Busca el Reino de los cielos en tu interior, y el resto se te dará por añadidura”.
Nosotros somos el Espíritu Santo disfrazados de problemas. La Gracia Divina es lo que hay detrás de nuestra capa de problemas, de nuestro “maquillaje”, de nuestra puesta en escena. ¿Es la vida problemática?. No. Nosotros “pensamos” que es problemática. Todos nuestros problemas los genera nuestro sistema de pensamiento del Ego, para convencernos de que él controla la situación. Pero nuestra experiencia nos dice que no controla nada importante, que sus “soluciones” nos llevan a callejones sin salida.
El único problema real que tenemos es sentirnos separados de la Divinidad. Si nos enfrentamos a cualquier “problema” con el convencimiento de que nuestra vida no es una vida insignificante, sino que “Yo y mi Padre somos Uno”, entonces los problemas desaparecen, se evaporan. Probarlo, merece la pena.
En este escenario, la meditación te da una nueva perspectiva sobre tu vida, y deja al descubierto esos “manejos” del ego.
Namasté, Fernando