12 de diciembre:
Medita sobre estos pensamientos. Ellos resonarán en tu interior despertando ese torrente eterno de energía que reside dentro de ti.
El amor recibido tiene que ser espontáneo: un proceso automático desde la otra persona sin ninguna forma de coerción.
Cuando obtenemos la suficiente fuerza interior a través de la meditación, el que la otra persona no responda a nuestro amor no nos afecta.
¡Toda persona en este mundo es tan divina! ¿Por qué decir que esa persona no es buena, o que esa otra es mala? Quién soy yo para juzgar su bondad o no-bondad. Yo sé que toda persona es la Divinidad encarnada.
El amor humano y el odio son dos caras de la misma moneda.
Cuando una persona muestra amabilidad o compasión con el pensamiento, eso es una acción mental; pero cuando una persona muestra amabilidad, compasión, ternura y todas esas cosas sin pensar sobre ellas, entonces eso es una acción espiritual.
Es muy fácil decir: «No juzguéis y no seréis juzgados». Es tan fácil decirlo y tan difícil hacerlo porque sólo puedes dejar de juzgar si puedes amar realmente. El amor nunca juzga, sólo ama, sólo es.
Amar y ser amado
En Navidad celebramos la venida del amor a la vida y por eso este mes nos preparamos para su llegada.
Hoy Respuestas al corazón nos habla de recibir amor, de dar amor. El amor que recibimos de la otra persona no puede ser recibido mediante la coerción, y sin embargo tantas veces queremos forzar el amor del otro. Y le exigimos que nos ame, sin ningún resultado.
A veces, con el pensamiento mostramos amabilidad, atención y dedicación a las personas que nos rodean, pero el verdadero amor no es pensado, sino que surge naturalmente sin tener que pensar sobre ello. Es una respuesta natural y espontanea. El verdadero amor ni siquiera es consciente de si mismo, por eso las practicas espirituales y las técnicas de meditación son tan importantes. El proceso de purificación por el que pasas con la práctica, va impregnando poco a poco la mente de esa cualidad que llamamos el corazón, y poco a poco, sin que nos demos cuenta, nuestros actos empiezan a expresar amor de forma natural.
Cuando amamos de forma natural, si el objeto de nuestro amor no nos responde, no nos afecta, pues la mente deja de estar centrada en sus pequeños quereres y miserias. Cuando amamos, el enfado pierde su cualidad destructiva y se convierte en una expresión de la fuerza de la vida y una herramienta de transformación, pues hasta en el enfado expresamos amor. El amor, si le dejamos, pronto inunda nuestra vida tomando las riendas. Déjale al Amado tomar las riendas de tu vida, dale la mano a tu amigo para caminar en la misma dirección. Eso trae una belleza de una cualidad muy especial a la vida y esa semilla crecerá en ti a través de este proceso por el que caminamos juntos para abrirnos a las respuestas del corazón.