18 de Noviembre
El crecimiento de la semilla del amor es una responsabilidad enteramente nuestra.
El verdadero Maestro muestra el camino, pero es tu labor limpiar las faltas que tengas, y sólo puedes hacerlo cuando empiezas, despacio y gradualmente, a reconocerlas. Limpiar tus faltas es algo que te corresponde hacer a ti; el Maestro sólo te mostrará la manera de hacerlo.
Todo se nos deja enteramente a nosotros. Debemos agradecer el tener esos Guías. Sus palabras pueden o no penetrarnos en este o en otro momento, pero eventualmente lo harán. La semilla ha sido plantada y esa es la belleza del jardinero: su siembra. Eso es todo lo que hace. La semilla ha de reventar en la tierra para que la planta pueda empezar a crecer.
El crecimiento de la semilla depende de sí misma, y reventando en la tierra atrae hacia sí todos los elementos minerales que requiere para crecer. El jardinero siembra la semilla. Si ésta crece o no depende de sí misma y no del Maestro. Él ha hecho su trabajo y, sin embargo, está pendiente de regar y fertilizar la planta, pues tiene el deseo de verla crecer.
La semilla crece sola, pero tu tienes que regarla
Al final se reduce a algo tan simple como “sed buenos, haced al bien” La semilla crece por si misma, solamente hay que regarla. La pregunta es: ¿Como se riega la semilla? Hacer como que somos buenos no es la solución. Eso es imitar y mirarte en comparación a otros. Mirándote desde los ojos de tu madre o de tu padre o de tu amigo o compañero. Regar la semilla es el proceso de hacer del camino de la vida, la verdad.
Un maestro espiritual, un guía espiritual, estas enseñanzas que cada día desde aquí os dejamos son la semilla, lo que hacemos es plantar la semilla pero la tienes que regar para que crezca.
Regando la semilla del amor
La regamos con las técnicas de meditación y las prácticas espirituales que puedes aprender en nuestros cursos y talleres y también acercándote a nuestro ashram. No hay atajos para el karma y cada uno tiene que hacer su camino a partir de donde está. No puedes subir al sexto piso sin pasar por el primero, el segundo, el tercero etc.. En nuestra organización os damos una técnicas de meditación diseñadas científicamente y adaptadas a las necesidades de cada individuo en función del momento de su vida y de sus necesidades particulares.
Pero sobre todo las regamos con un par de cubos de amor que ponemos
en nuestra vida con pequeños actos, con devoción y respeto hacia los que nos rodean, hacia las personas que forman parte de nuestras circunstancias. Ayer vino una señora de la parroquia de la aldea en la que tenemos el ashram, traía un sobre de parte de Ceferino, el párroco de nuestra comarca. El sobre contenía 200 euros, para ayudarnos. Se había corrido ya la voz que habían venido a quitarnos la luz. Desde aquí le damos las gracias y también y sobre todo le agradecemos el ejemplo. Ayuda a tu vecino. Esa es la mejor manera de regar la semilla que el maestro plantó con estas enseñanzas.
Estas enseñanzas que seguimos cada día, si hacen tilín en tu corazón, míralas y vuelve sobre ellas. Si no lo hacen, descártalas. Y sigue adelante, mañana te proponemos una nueva idea que también podrás descartar.
