16 de marzo:
La evolución es sólo una relación de amor entre Ishvara (el Dios Personal o Cristo) y sus criaturas, las almas individualizadas.
En este proceso evolutivo no recorremos una distancia. Las pequeñas partículas atómicas que componen nuestro sistema están desplazándose en un estado de flujo. El ser cambiante, que siempre tiene que continuar cambiando, viaja dentro del sistema de la mente en el tiempo y el espacio. Lo que no cambia no va a ningún sitio, está siempre presente. La meditación nos enseña a conocer ese aspecto que no cambia, que se mantiene siempre. Este pequeño átomo da vueltas en su estado evolutivo en silencio. El objetivo último es reexperimentar el silencio; llamadlo con el nombre que queráis: Divinidad, Dios, Cristo. Al alcanzar el último objetivo del silencio te darás cuenta de que todo este universo no es más que un sueño.
Todas las personas tienen tres elementos: animal, humano y divino. Por medio del pensamiento y la acción adecuada progresamos hacia niveles más altos de humanidad hasta alcanzar a Dios. Por eso tenemos algunos dioses vivos en la tierra, hombres-dioses. Este nivel de vida es posible para todo el mundo.
La base del hombre es el ser espiritual, y ese espíritu o Divinidad es para siempre puro y perfecto. Ese espíritu Divino no requiere evolución ni necesita reencarnarse.
Eso que no os parece nada es todo. Porque en esa nada está el poder que ha creado la semilla y esta semilla tiene el poder de convertirse en un gran árbol. Esa nada se impulsa a sí misma para convertirse en un todo, porque ese todo estaba ahí, en la nada, siempre.
Desde el nivel espiritual no hay ninguna evolución, porque el espíritu en sí mismo está totalmente evolucionado. Podríamos utilizar otras palabras para describirlo como Dios, Divinidad, y esto no requiere ninguna evolución. Está completamente evolucionado. Es. Así pues, desde este nivel de existencia, desde ese aspecto del hombre, ninguna evolución es necesaria. Sin embargo, lo que requiere evolucionar es la mente.
Quietud, movimiento y evolución
En este poema de Gururaj se expresan poéticamente los pensamientos que proponemos para hoy en la página 358 del libro. Léelos y contempla su significado.
La quietud es al movimiento como el silencio a la música. El uno y el otro se dan sentido el uno al otro. NO es un problema de elección de uno frente a otro sino que el uno surge del otro y el otro adquiere su sentido gracias al uno. Es solamente un juego de palabras, una ilusión.
El movimiento en el que están inmersas la totalidad de las moléculas que conforman tu forma de vida y que sigue su propio proceso evolutivo y lo que eres, es y no es lo mismo al mismo tiempo.
Lo que eres y lo que es. Los poderes que rigen el movimiento, la ley natural y aquello que se hace consciente y conoce el proceso conviven en la experiencia de la existencia.
Ese “eso” que eres
Cuando la vida encuentra el gozo
En total abundancia,
Entonces conoces que has sido encontrado.
No solo por lo que eres,
Sino por los poderes que son.
Entonces dejaran de ver
Todo lo feo a tu alrededor;
Y todo lo que te rodea
Se convierte en tu parte.
Cuando te alejas de la existencia de aquello que crees ser
Acuérdate, esto te confundirá aún más,
Y nunca podrás compartirlo.
Una vez que aprendas el arte de compartirte
Con ese Ser Divino;
Entonces el compartir parará,
Y te convertirás en ese Ser;
Pues eso es lo que eres.