11 de enero:
No es necesario construir la unidad. La unidad es lo que es momento a momento.
Todo es verdad, pero tienes que recorrer el círculo completo para comprender esto.
En realidad no hay ninguna mente individual. Las mentes individuales son sólo reflejos del Sol en ese millón de burbu-jas en el lago. No hay un millón de soles: sólo está reflejado un millón de veces en tantas burbujas como hay; pero Sol sólo hay uno.
¿Eres consciente de tus propios pensamientos? Piensas que piensas, pero, ¿cuáles son las mecánicas del pensamiento?, ¿dónde se originan los pensamientos?, ¿cómo es que han llegado y están ahí?, ¿cuál es el mecanismo interior que hace que un pensamiento se forme a sí mismo como un pensamiento consciente? ¡Hay tanto involucrado allá lejos en tu profundidad! Donde vas hacia atrás, y más hacia atrás, al pensamiento original, que, a propósito, no fue pensado por nadie, por ningún ser: encontró su existencia por sí mismo. Y esa fuerza de pensamiento que encontró su propia existencia sigue funcionando hoy y seguirá funcionando hasta la eternidad. Así pues, estáte contento de tener ese pequeño ego, pues al menos tienes un poco de conocimiento de lo que ocurre a tu alrededor y a lo mejor de lo que ocurre, hasta un grado muy limitado, en tu interior.
La verdadera confianza y fe sólo pueden aparecer cuando has atravesado el fuego de la duda, porque entonces riegas y fertilizas la mente.
Un sol en millones de burbujas
Uno de los errores que tenemos al manejarnos y entender el fenómeno de la consciencia es pensar que el centro de la consciencia está en nosotros y todo da vueltas a nuestro alrededor, en otras palabras; la sensación errónea de que somos el centro del universo.
Al despertar por las mañanas la mente se apega a las memorias que tienes de ti mismo, y haces de estas memorias el centro de la existencia. De esa manera, lo que pasa es que de forma prácticamente inevitable te levantas y organizas tu vida como si fueses el centro del universo, percibiendo todo desde el punto de vista de lo que tú consideras que es de interés para ese centro. Sin embargo, cuando eres consciente, cuando te das cuenta, el mismo instante de darte cuenta, no tiene ningún centro, ni tampoco ningún limite. ¿Cuales son los limites de tu darte cuenta, ¿hasta donde llega? Y te reto a que busques el centro de ese darse cuenta, ¿De donde nace?
Vivimos la vida como si nosotros fuésemos el centro del universo, y sin embargo el universo no está organizado alrededor nuestro, y claro esto crea un conflicto entre lo que es y lo que percibimos. La neuro-ciencia ahora ha descubierto que hay una serie de circuitos en la mente que se llaman el modo por defecto, que se activan cuando no hacemos nada, y en realidad en el cerebro, cuando no haces nada resulta que estás tremendamente ocupado. El modo por defecto es la historia de mi, cuya estrella principal es mi, nuestra principal preocupación: Yo, mi, mio.
La consciencia sin embargo se parece más a el campo gravitatorio, es como una campo universal que determina los movimientos. Todos los movimientos. Ese es el sol que se refleja en cada una de las mentes individuales. Reflejar esa consciencia con pureza es hacerlo más allá del modo por defecto, un modo que la neuro-ciencia sabe ya que es el modo del pensamiento egoísta y negativo, que se anula a través de la meditación. Ese es uno de los principales descubrimientos sobre la meditación por la ciencia hoy. Por eso hoy la meditación está “aprobada” por la ciencia. Me pregunto cuanto tardaran las tradiciones religiosas en hacer lo mismo.
