¿Qué debo decirles?
¡Señor!, ¿por qué tu gente me pide
explicarles los misterios de la muerte?
¿Qué debo decirles?
Yo, que conozco bien
que no existe ni la vida ni la muerte,
¿Qué debo decirles?
Tus escrituras hablan de burbujas
que se forman y estallan.
Pero, qué puedo decirles yo
a aquellos cuyos pechos tiemblan
al amamantar a su bebé,
o, acaso por un marido
que saben que no regresa,
o, ante el dolor agonizante de su mujer,
o, el de un padre que pierde a su hijo.
Señor, ¿ qué debo decirles yo
para darles esperanza?
La muerte viene, la muerte se va,
Y, cómo les explico yo
que la vida no es
otra cosa que la muerte.
Soy tu hijo, y no quiero
que veas a tu hijo llorando,
como estoy ahora.

Sólo me queda
rendirme a Tu protección.
Yo les llevo hasta la orilla del mar,
y les señalo las olas,
que suben y bajan,
pero, no lo entienden…


